sábado, 15 de noviembre de 2008

Borrador de eternidad


BORRADOR DE ETERNIDAD de Adriana Maggio (Ed. La Palabra Mágica, Buenos Aires, 2007, 88 pág.)




El formato de este libro es simétrico. Hay una notable diferencia entre el principio y el fin, o sea entre Borrador de Eternidad I y II: es decir, de la afirmación o de la enunciación, cito: Evidencias de las sombras, después de doce horas, concluye con una indagación: ¿Evidencias?
Y se suceden las horas en las que el ejercicio de autoconocimiento se va desgranando verso por verso.
¿Quién es la mujer que espera? ¿La que tiene la llave? ¿Qué significa ser mujer?
En 3º. Hora dice: Siempre abortando en el camino/ algún sueño,/para que nazca otro. Esa búsqueda se presenta a lo largo del poemario con vocabulario vibrante, tierno y descarnado al mismo tiempo.
La poeta busca a la mujer que escribe porque las palabras se le imponen y le marcan un camino a recorrer. Mi destino soy yo,/aun desconocida, admite.
La niñez, la adultez, el amor, el deseo, la maternidad, la soledad, la felicidad inalcanzable, el dolor en forma de colmillos en el alma, el crepúsculo van trazando surcos en la vida de la mujer que se sigue buscando porque no ha hallado lo que presiente, lo que aún no ha vivido, lo que ignora si alguna vez vivirá.
Este borrador de una vida se va expandiendo en versos de gran intensidad lírica: La nube va a morir/ en un intento/ exitoso/ de lluvia. En el poema Despedida, dice: Siendo octubre, adónde vas/ tan sin jazmines el alma/ -Remo hacia la noche,/ que con pezones amargos/ me amamanta.
En Metamorfosis, dice, en una escalera gráfica de versos: ...subo/ peldaño/ a peldaño. Manifiesta, así, el esfuerzo de cada instante por hacerse, por conocerse, mujer que transita intensamente todos los momentos de la vida, que anhela ser feliz, pero que no rehuye la infelicidad.
Todo el poemario se desliza en un único sentido: mirar hacia atrás y mirar el presente con un interrogante puesto en el futuro. En Añicos, dice: No soy más que p No soy más que edazos/ imposibles de juntar./ Esta herida/ de padres y de hijos/ no la cura el amor.
Este libro de Adriana Maggio es una obra de aprendizaje (¿qué es si no la poesía?). Lo recorrido y lo aún por recorrer se juntan para seguir indagando en sí misma, en su inagotable sed donde vida y palabra son lo mismo. En el poema Literatura, dice: Mariposa en armas./ Peligrosa flor/ que vive a dentelladas.
Los colmillos afilados del mundo están siempre acechando a la humanidad, por eso su verso es rugido, voz que no tiembla para denunciar los horrores del cuerpo social. En 10º. Hora, dice: ¿La paloma que ruge/ deja de ser paloma?
Adriana Maggio, mujer, se rescata siempre en el amor y en la palabra, baja y sube los peldaños de su obra-vida con sensibilidad y belleza, con el desprendimiento obligado del tiempo que obliga a dejar lugares que otros irán ocupando, a añorar presencias, a convertir las ausencias en siluetas que acompañan aunque el borrador de la vida vaya acercándose cada vez más a lo inasible. Mientras tanto dice (o cree): Tal vez/ sólo existo/ cuando escribo (...) La única noticia verdadera/ el poema.

Elsa Copati

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