martes, 4 de enero de 2011

Homenaje a Francisco Madariaga


‘EL POETA DE LOS ESTEROS’




"Mi relación es con un país natal, no con una nación jurídicamente hablando."
F. Madariaga

UN PALMAR SIN ORILLAS

El muerto en la campaña del otoño
------ha vuelto a florecer en mi
------memoria.
Ha vuelto el rostro contra huellas,
y ha arrancado la raíz del maíz terrestre
------y celestial,
crecido en los parajes de la sangre y
------caballadas.

Para nada ni a nadie reconozco en mi
------memoria
un poder mayor que el agua del País de la
------Garza Real,
o sólo tal vez al color del padre muerto
que vuelve a reclamar su derecho a un palmar
------sin orillas,
internándose en un desaparecido mar.


Dice Fabián Casas: “El movimiento surrealista, que partió de una profunda decepción por el imperio de la razón, ha tenido grandes intérpretes que lo han convertido en una fuerza productiva. Breton pudo ser un dogmático y un tipo histérico, pero celebremos su nadja, celebremos también los grandes saltos en el vacío de Artaud y la gran poesía de John Ashbery.
Madariaga, que nació en Buenos Aires en 1927, pronto se fue a vivir a Corrientes, entre los esteros, los gauchos, los caballos y el campo extraterrestre, donde su padre tenía una estancia. En la infancia, la época en la que uno carga el combustible puro, Madariaga atesoró los palmares celestes, sin orillas, los grandes caimanes y la paleta de colores de una tierra enloquecida. Es decir, no tuvo que hacerse surrealista, él vivía en el surrealismo, entendiendo a esto como una religión parecida a la que propugnaba Carl Christian Bry: ‘Una religión real educa para la veneración ante lo inexplicable del mundo. A la luz de la fe el mundo se hace más grande y también más oscuro, ya que conserva su misterio’.
De manera que este gran poeta fue sacerdote, habitante y gaucho cantor de esta zona onírica de singular belleza.” (Revista Ñ, 314, 2009)

SOMBRILLA DE AVELLANAS

El agua en la colima-castillo.

Con sombrilla de avellanas
llegaba el mar a la tierra.

Un automóvil de mirada amarilla
------era el invierno.

Una paloma sollozaba frente a una
------golondrina de mar.

La vertiente llovía sobre las lilas
------del paisaje.

En la suave licorería del otoño
bebían venadillas el color de una
------sangre.

Los labios del amor son como los
------del coral,
en cuyos arrecifes muere el luto.

“Su hada lo guiará hacia la bondad del paraje, a su ‘querencia sombría’, que a diferencia de Rimbaud, extinguido en la llama de su genio, Madariaga dominará el fuego primigenio hacia una armonía creadora, una claridad del lenguaje que perdurará a lo largo de su vida. [...]
El poeta toma las herramientas del espíritu nuevo, que obran como una nervadura en la misión de sacralizar cada partícula del universo poético.”
Élida Manselli


EL PARAÍSO DEL ESTERO

2
Me he descubierto en mi propio corazón,
tratando de envenenarme en las vastedades
------de las aguas.
La serpiente era la principal belleza
------dominante entre los colores de mi
------sangre.
La serpiente que ardía en el final de la
------frescura de mi memoria,
y copulaba con el tigre que salía intacto
------de entre los juncos de oro.

Después de todo esto
¿comprenderéis que no pueda decretar,
------definitivamente,
------ninguna Poética?


TEMBLADERALES DE ORO

El dolor ha abierto sus puertas al agua de oro del oro que arde contra el oro el oro de los ocultos tembladerales que largan el aire de oro hacia los rojos destinos pulmonares con el acuerdo de los fantasmas de oro coronados por los juncos de oro bebiendo los caballos de oro los troperos de oro envueltos en los ponchos de oro –a veces negro a veces rojo a veces verde- y el caballero que repasa las lagunas de los oros naturalmente populares el que se embarca en las balsa de oro con todos los excesos de pasajeros de oro que manejan los caballos de oro con los rebenques de oro bebiendo en la limetilla de oro del barro de oro de los sueños de los frescos del oro entre la majestad de las palmeras de oro y de los ajusticiados y degollados en las isletas de oro bajo de yacarés de oro del oro del amor.


“Francisco Madariaga arrea su tropilla de jaguares. No le teme al infinito. Mira, con sus ojos de agia, la lejanía del palmar. Y le dice al oído a su bayo que cabalgue, bajo ese cielo de fiesta.” Eduardo Mileo


EL MALGARZAREAL

1
Cualquier cosa...
con tal de barrer de la memoria
el mono errado de la muerte.

Yo no tengo País,
tengo isletas coladas por el agua.
Siempre he sostenido un placer de confesión
violento en el honor de mi memoria.

Islas de patos amarillos
para las mujeres más niñas de la voluntad,
mi sol, mi sol, mi sol,
he resuelto seguir hablando,
seguir bebiendo los juncales de los terrores
de la suerte.

6
Yo no lo acuso de cantar a la muerte,
yo no lo acuso de rodear a la muerte,
lo acuso de ser sin memoria a usted, cantor
------riente, cantor veloz
cantor que cae cuando cae el aliento de la
------suerte.
Sin memoria, oh huérfano amigo gentilísimo de
------alma más mojada por el mar.

8
Son las hojas las que me traen el mar.
¿Son las siestas las que deciden una parte de
------mi muerte para el mar?

10
Leo mal. Me encuentro embrutecido por
los libros... me acosan las imágenes ¿casi periodísticas?
de la naturaleza.
Pero estoy claro porque recibo las oleadas de mi
destino antiverbal, con una gracia de ultratumba
delgada sobrenavegando entre árboles esbeltos en
un clima jubilosamente invernal.
De esos climas que navegan por los aires, haciendo
germinar hacia el fondo los paisajes de
las angosturas vegetales y el reverbero de los
lagos-lagunas.

Y recibo, también, a mi destino antiverbal, con
una desgracia de leyenda de país enamorado.

“Varios viajes al interior que efectuamos juntos y diferentes actividades literarias que compartimos me permitieron estar bien cerca de uno de los poetas argentinos que más me conmovieron. Jamás podré olvidar su colaboración a la hora de preparar la antología Siete surrealistas argentinos. Nos reuníamos semanalmente en un bar de San Cristóbal y me relataba secuencias increíbles de la época de oro de las revistas Letra y Línea y A Partir de Cero. En esos diálogos evocó su amistad con Aldo Pellegrini, Enrique Molina, Juan Antonio Vasco y Carlos Latorre, También me contó emocionado sus encuentros con Oliverio Girondo y el comienzo de su relación, en la década del 50, con Edgar Bayley, quien con el paso de los años se convertiría en aliado y compañero inseparable.Javier Cófreces


VIAJE ESTIVAL CON LUCIO

-Aquí ya empieza a haber caballos
-------me decía.
Y el viento del nordeste comenzaba a ser verde
------entre los colores del agua de la infancia.
Estábamos ya muy lejos de los bronces, los
------mármoles y los floreros pintados “al gusto de
------la familia” en los cementerios municipales.

Todo aquello quedaba atrás, y el sueño del viejo
------tren casi fluvial nos envolvía.
Mi pequeño hijo de siete años y yo teníamos en
------las manos las ramas de las estrellas y
------el resplandor lentísimo de los ríos rosados,
------donde sangraba el sol de los caballos, las
------vaquerías y las antiguas guerras.

Era el primer viaje solos en el tren marrón que
------no quiere morir.

“Ahijado segundo de Oliverio Girondo, por vía de Enrique Molina, cuando el poeta porteño y compadre lo vio por primera vez le dijo: “Vea que tiene cara de comisario de campaña usted”. El autor de ‘En la masmédula’ se cubrió por las dudas, pero tenía ante sí, y pronto lo vio, un enviado de otro paisaje. Por eso, para el que vaya a leer sus poemas: ‘pon tu estribo de oro y de reserva / para bajar a beber miel y estero: / que ha llegado un jaguar a la tranquera’.” Jorge Aulicino


CRIOLLO DEL UNIVERSO

El blanco océano gira en mi corazón
mientras canta el otro océano de plata amarilla,
que se desprende de las aguas del sol.

Ya es muy tarde para ser sólo de una provincia,
------y muy temprano para pertenecer,
------todo,
------al planeta del venidero y sangrante
------resplandor.

Oh, acude a mí, a mi jerarquía de peón del planeta,
------gaucho con trenzas de sangre,
------mi padre,
y ensíllame el mejor caballo ruano del universo:
para atravesar el agua de oro de la muerte,
------y escúchame,
------todo,
------siempre en ti.

El blanco océano solloza por la inmortalidad.

Poemas seleccionados de “Un palmar sin orillas” Antología poética de Francisco Madariaga. Buenos Aires, Ediciones en Danza, 2009.
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‘ENTRE AMIGOS’

RODOLFO ALONSO

El pasajero llevaba una palmera y unas riendas en las manos, cuando, de pronto, un lujoso y azul tranvía subterráneo lo condujo a una Posada para Celtas, un poco olvidada en el centro de Buenos Aires. De la misma salió un sobretodo, hecho con caracoles de una ría, y un hombre con un cartel que decía: “Mis padres atravesaron el Atlántico en un barco de papel, manejado por una pluma arrancada de un pájaro de Homero”.
Si me dijeran que hay en otra parte de este mundo una sonrisa tan cercana y tan lejana a la vez, sonreiría, descreído y un poco desorientado.
Pero ahí está Rodolfo Alonso, viajando a la tierra desde el infinito: hace, de este modo, su camino al revés, pero seguramente que será reversible, y alguna vez, a la vera de algún dios, lo tendremos rindiéndole cuentas a la poesía, con una libretita titulada Salud o Nada.
El tribunal de su rendición lo formarán sus mejores enemigos —si los tuvo—, algunas danzarinas, aliadas de la poesía, y un hada muy bella pero muy maliciosa, que finalmente firmará una sentencia que dirá: “La paz sea contigo, hijo de la poesía”.

Francisco Madariaga
de "En la tierra de nadie", Ediciones del Dock, Buenos Aires, 1998, y publicado en "Antologia pessoal", Rodolfo Alonso, Brasilia, Thesaurus, 2003


A UN RESPLANDOR

Estuvo aquí, y resuena. Con orgullo
le contaré a mis nietos
que desde muy pequeño yo fui amigo
del poeta Francisco Madariaga.

Rodolfo Alonso
de "Poemas pendientes", Alción, Córdoba, 2010.

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