Molinos de viento no 4
Boletín de Artes y Letras - Abril 2019
Director: Osmar Luis Bondoniosmarbondoni@yahoo.com.ar
SUAVE ENCANTAMIENTO
Profundos y plenos
cual dos graciosas, breves inmensidades,
moran tus ojos en tu rostro
como dueños;
y cuando en su fondo
veo jugar y ascender
la llama de un alma radiosa
parece que la mañana se incorpora
luminosa, allá entre mar y cielo
sobre la línea que flotando se mece
entre los dos azules imperios,
la línea en que nuestro corazón se detiene
para que sus esperanzas la acaricien
y la bese nuestra mirada;
cuando nuestro “ser” contempla
enjugando sus lágrimas
y, silenciosamente,
se abre a todas las brisas de la Vida;
cuando miramos
las cenizas de los días que fueron
flotando en el Pasado
como en el fondo del camino
el polvo de nuestras peregrinaciones.
Ojos que se abren como las mañanas
y que cerrándose dejan caer la tarde.
MACEDONIO FERNÁNDEZ,
argentino (1874-1952)
EL PECHO BLANCO, EL PECHO NEGRO
Mi madre tenía un pecho blanco y un pecho negro.
Al despertar tomaba el pecho blanco en su mano
y acercándolo a mis labios decía: Bebe, hijo mío,
y yo bebía una leche blanca, espesa, dulcísima.
Luego apretaba entre sus dedos el pezón negro
y colocándolo en mi boca repetía: Bebe, hijo mío,
y yo bebía una leche oscura, infinitamente agria.
Mi madre tenía un pecho blanco y un pecho negro.
De día, sosteniendo el pecho blanco en su mano
como una paloma, susurraba: Es la luz del mundo;
y a la noche, mientras exprimía suspirando
el pecho negro, prorrumpía: Es la oscuridad.
Mi madre tenía un pecho blanco y un pecho negro.
A veces exponía el pecho blanco al sol
y escondiendo bajo su ropa el pecho negro
canturreaba: Esta es la leche que sacia toda hambre,
y su rostro se iluminaba con una sonrisa inmortal.
Pero mi boca buscaba otra vez el pecho negro
y tomándolo en su mano con piadosa resignación
lo ponía en mis labios diciendo: Bebe, hijo mío,
y yo bebía ávidamente la leche que da más hambre.
Mi madre tenía un pecho blanco y un pecho negro.
HORACIO CASTILLO,
argentino (1934-2010)
Pintura de ROGIER VAN DER WEYDEN (o Rogier de la Pasture),
flamenco (1400-1464)
Descendimiento (1435?)
Sugerencia:
Concierto para cuatro violines y orquesta, opus 4 No 10, de Antonio Vivaldi,
y la transcripción que hizo Juan Sebastián Bach paracuatro pianos (claves)
en La menor, BWV 1065.
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