HENRI MATISSE, francés (1869-1954)
Interior con fonógrafo (1924) |
Molinos de viento nº 7
Boletín de Artes y Letras - Julio 2019
Director: Osmar Luis Bondoni
osmarbondoni@yahoo.com.ar
SONETO
Éstas que fueron pompa y alegría
Despertando al albor de la mañana,
A la tarde serán lástima vana
Durmiendo en brazos de la noche fría.
Este matiz que al cielo desafía,
Iris listado de oro, nieve y grana,
Será escarmiento de la vida humana:
¡Tanto se emprende en término de un día!
A florecer las rosas madrugaron,
Y para envejecerse florecieron:
Cuna y sepulcro en un botón hallaron.
Tales los hombres sus fortunas vieron:
En un día nacieron y espiraron;
Que pasados los siglos, horas fueron.
PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA, español (1600-1681)
BALADA DE LO QUE NO VUELVE
Venía hacia mí por la sonrisa
Por el camino de su gracia
Y cambiaba las horas del día
El cielo de la noche se convertía en el cielo del amanecer
El mar era un árbol frondoso lleno de pájaros
Las flores daban campanadas de alegría
Y mi corazón se ponía a perfumar enloquecido
Van andando los días a lo largo del año
¿En dónde estás?
Me crece la mirada
Se me alargan las manos
En vano la soledad abre sus puertas
Y el silencio se llena de tus pasos de antaño
Me crece el corazón
Se me alargan los ojos
Y quisiera pedir otros ojos
Para ponerlos allí donde terminan los míos
¿En dónde estás ahora?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu
presencia?
Me crece el corazón como una esponja
O como esos corales que van a formar islas.
Es inútil mirar los astros
O interrogar las piedras encanecidas
Es inútil mirar ese árbol que te dijo adiós el último
Y te saludará el primero a tu regreso
Eres sustancia de lejanía
Y no hay remedio
Andan los días en tu busca
A qué seguir por todas partes la huella de sus pasos
El tiempo canta dulcemente
Mientras la herida cierra los párpados para dormirse
Me crece el corazón
Hasta romper sus horizontes
Hasta saltar por encima de los árboles
Y estrellarse en el cielo
La noche sabe qué corazón tiene más amargura
Sigo las flores y me pierdo en el tiempo
De soledad en soledad
Sigo las olas y me pierdo en la noche
De soledad en soledad
Tú has escondido la luz en alguna parte
¿En dónde?, ¿en dónde?
Andan los días en tu busca
Los días llagados coronados de espinas
Se caen se levantan
Y van goteando sangre.
Te buscan los caminos de la tierra
De soledad en soledad
Me crece terriblemente el corazón
Nada vuelve
Todo es otra cosa
Nada vuelve nada vuelve
Se van las flores y las hierbas
El perfume apenas llega como una campanada de otra
provincia
Vienen otras miradas y otras voces
Viene otra agua en el río
Vienen otras hojas de repente en el bosque
Todo es otra cosa
Nada vuelve
Se fueron los caminos
Se fueron los minutos y las horas
Se alejó el río para siempre
Como los cometas que tanto admiramos
Desbordará mi corazón sobre la tierra
Y el universo será mi corazón.
VICENTE HUIDOBRO, chileno (1893-1948)
___________________
NACER
Mis pensamientos abren la ventana:
un revoloteo de hojas secas en la frente.
No sé dónde me he dejado olvidada.
Pero una luz de comienzo del mundo
pacientemente rehace mis contornos.
CRISTINA BERBARI
cristinaberbari@gmail.com.
___________________
Las seis cantatas del “Oratorio de Navidad”, BWV 248,
de Juan Sebastián Bach.
___________________
No hay comentarios:
Publicar un comentario